Cara este del cordón de roca a la izquierda Punta Sur
Este cordón de roca posee una gran riqueza, así como su nombre lo dice en el lenguaje de los Mapuches, la gente originaria de estas tierras denomina esta parte del territorio como Millallipen, su significado es “lugar de abundancia o de gran riqueza”.
Existen algunas variaciones de la palabra para referirse al cordón rocoso, bastante similares, esto se debe a las diferentes pronunciaciones en las distintas lenguas, la escritura, el avance generacional y también es “frontera con Argentina”. Lo primordial es su valor como patrimonio natural y santuario de naturaleza, además del legado que podemos dejar como escaladores, equipando de forma consciente, cuidando y respetando todos lo que nos rodean.
Posee un importante valor como ecosistema, los antiguos bosques que cubren sus faldas son el habitat de numerosas especies de aves, mamíferos, marsupiales, reptiles, anfibios, insectos, hongos, epifitas y trepadoras; además de una gran variedad de musgos, líquenes y helechos, todos con sus adaptaciones, tanto al clima como al terreno, esto va desarrollando una tremenda resistencia en los individuos que habitan aquí.
Es por esta gran riqueza, el legado de la gente de la tierra, la importancias de cada ser viviente y todos los recurso que nos entrega el planeta, que debemos cuidar y preservar cada uno de estos sitios naturales, como también desplazarnos con respeto y prudencia, la cual merece cada terreno de aventura inserto en estos lugares de tanta importancia para el funcionamiento de los ciclos naturales.
Leo Bastidas y Víctor Astete en la base de la inexplorada Punta Sur
La primavera del 2020 fuimos a escalar la aguja que se encuentra más al sur de esta sección de la sierra de granito, junto a los buenos compañeros de escalada Leo Bastidas y Víctor Astete. Víctor fue el impulsor de ir a explorar esta aguja de roca, había ido anteriormente a recorrer la sección de la aproximación, ya con esta parte clara, sólo nos quedaba aproximar e intentar escalar la Punta Sur.
Ni tan temprano ni tan tarde estábamos bajándonos del auto para empezar a caminar, años junto a la Sierra de Millallipen, escalando, observando los relieves y las agujas que componen el escarpado terreno de este cordón de granito, habíamos observado desde el macizo principal que tiene una sección muy blanca de roca en su cara noreste, además de una arista con forma de aleta la cual la hacía bien característica desde la distancia.
Trepando la ultima sección del nevero antes de salir al collado sur
A unos 250 metros del pie de vía hicimos una parada, nos alimentamos, dejamos lo que no ocuparíamos en la escalada, pusimos crampones, arneses y comenzamos a cruzar el nevero que pasaba por el pie de la cara oeste de la Punta Sur, quedamos en la base de la canaleta que trepamos en libre, unos 140 metros hasta el collado sur, teníamos desde allí una hermosa vista a la Punta Navarrete en el interior del cordón de roca.
La primera sección de esta canaleta eran trepes fáciles en roca y a medida que avanzamos el terreno fue aumentando la pendiente, la dificultad y se convertía en un nevero duro, pasando de 55 grados a algunas pasadas mixtas de 70 grados, donde ocupamos sólo un piolet e íbamos usando una fisura mitad de roca mitad nevero, la cual en varios pasos usamos empotrado manos, esto fue de gran ayuda para progresar sobretodo en la última sección.
Leo parándose para escalar, Vitoco se posiciona para dar seguro, detrás la Punta Navarrete
Cuando llegamos al collado de la canaleta del nevero que trepamos, se abría un corredor vertical con fisuras, la roca era de mejor cálidad que la de las opciones anteriores qu habíamos visto de camino, igualmente tenía secciones de roca suelta en el recorrido, pero en general bien y buena protección.
Rápidamente Leo se movió al pie de roca y montó una reunión, allí dejo sus botas, crampones y piolet para liderar con zapatillas de escalada este único largo de roca que escalamos encordados y protegiendo con seguros móviles, unos 50 metros con algunas pasadas delicadas de dificultad 5.10+, igualmente escalamos con bastante precaución para no botar piedras entre nosotros y Vitoco que escaló último, aprovecho de limpiar todo lo posible en su camino.
Leo observando su recorrido en esta sección 5.10+
Nos pusimos nuestras botas de montaña, ordenamos cuerdas y trepamos los últimos 60 metros hasta llegar a la cumbre de este hermoso macizo, allí sin viento y con condiciones muy estables tomamos unos componedores mates, comimos e hidratamos, contemplamos nuestra primera panorámica desde esta perspectiva al resto del cordón, hacia el norte toda la Sierra de Millallipen con la cara sur del Macizo Principal, al este el tremendo Lago Tromen, hacia el sur el guardián de los volcanes araucanos, el majestuoso Volcán Lanin, por el este teníamos al estrato volcánico Quinquilil y cubriendo todo lo demás la verdadera riqueza, el verde y denso bosque repleto de vida.
La cara sur del macizo principal, Punta Lanin y a la derecha Punta Navarrete desde la cubre de la Punta Sur
Con esta tremenda vista, seguimos con el Aristeo hasta empezar a desescalar, pasamos por dos trepes bien delicados, algunas chimeneas donde pasábamos justos con nuestras mochilas, siempre encontramos uno que otro bloque suelto, pero por lo general estaba todo sólido, la roca tenía muy buena adherencia, lo que nos permitió descender de forma expedita y contínua sin armar descuelgues por unos 80 metros, hasta una sección vertical, un único descuelgue de unos 30 metros, una anilla a un pilar bien sólido.
Luego venía una pequeña sección de aristeo en roca y después salimos al collado norte de la Punta sur, fascinados con la sección recorrida anteriormente, pusimos nuestros crampones y desplegamos todas nuestras destrezas en desescalar con un piolet unos 150 metros de canaleta con nevero semiduro, secciones de 75 grados en algunos tramos, bajamos relativamente rápido, siguiendo los largos pasos de Leo quien pasó esta sección volando, allí nos juntamos en donde dejamos el depósito de nuestro equipo, aquí hidratamos , comimos lo que nos quedaba, ordenamos mochilas y partimos rumbo a la camioneta y por una merecida cerveza fría para brindar y agradecer al lugar por tan lindo recorrido.
De derecha a izquierda, el Volcán Lanin seguido de una sección del Cordón Millallipen con la Punta Sur, el lago Tromen y Punta Navarrete
Es en estos lugares llenos de vida, energía y aire limpio donde encontramos el equilibrio de nuestros cuerpos con la mente, es indescriptible la sensación de paz, felicidad y estabilidad que naturalmente se genera en este ambiente y sobre mucho la preocupación y empatía con tus compañeros de aventuras, quienes le dan el verdadero valor a cada desafío que nos proponemos, es aquí donde nos ponemos a prueba y donde nos expresamos tal cual somos, la pureza que nos rodea nos deja trasparentes a pesar de lo lleno de nuestras almas y corazones.
Relato / Nicolás Salgado / Embajador Julbo Chile